Por: Sofía García
Por la mañana entró a la oficina del detective Gabriel
la señora Myriam, la dueña del hotel Pegaso 5 estrellas, diciendo que habían
matado al señor Andrés y estaba tirado en la habitación, entonces el detective
fue a la escena del crimen.
El detective Gabriel interrogó a todo el mundo y al seguir
con la señora Rosa la mucama, ella dijo que no había sido, que solo le había
llevado el desayuno.
El detective le preguntó si el señor Andrés había
tenido un desacuerdo con alguien, y la señora Rosa dijo que anoche la señora Norma
le había dicho que el señor Andrés era muy malo porque le había gritado y le
dijo que no hacía bien su trabajo, y ella se puso muy brava.
Seguía la señora Norma. Ella dijo que no había tenido
ningún desacuerdo con él, pero cuando interrogaron a la señora Rosa ella dijo
todo lo contario.
La señora Norma dijo lo mismo que Marta pero también las
dos eran muy amigas. El detective dijo “ya sé” y se fue a la habitación de
Andrés. Había en el baño un arma, era una pistola pero el cuerpo estaba afuera
del baño.
Y luego cuando el detective estaba solo con su perro
encontraron una huella de tacón. Le preguntó a la señora Marta si sabía de quién
era esa pisada y ella dijo que la suela era del uniforme que daban en el hotel.
Luego cuando revisaron el cuarto de Norma en los zapatos
había sangre y era la suela de zapatos que habían usado en el asesinato del señor
Andrés.
Pero cuando interrogaron a Norma se dieron cuenta que
no fue solo ella sino también alguien más.
Cuando siguieron con la investigación en el cuarto de
don Andrés también había una huella en el arma que estaba tirada en el baño. Le
hicieron pruebas a todo el mundo pero esta vez primero a Norma y no eran
huellas de ella. Luego pasó Marta y tampoco, seguía la señora Rosa y eran de
ella.
El detective Gabriel dijo ya sé que pasó, que la
señora Rosa había subido a darle el desayuno y ese mismo día también había
subido la señora Norma, quien le había tapado la boca y la señora Rosa le
disparó. Luego la señora Norma pisó la sangre dejando una huella y salieron
como si no hubiera pasado nada.
Y al día siguiente, es decir esta mañana la señora Myriam
llegó a mi oficina denunciando el crimen.
Las dos mucamas aceptaron el crimen y dijeron que
estaban aburridas porque siempre que el señor Andrés iba a hospedarse en el
hotel las maltrataba, él iba una semana al mes, porque trabajaba en la ciudad
vendiendo armas y con una de ellas entre las dos mataron al señor Andrés.
El detective envió a Rosa y a Norma a la prisión.
Pero la investigación debía continuar porque no sabían
porque el señor Andrés vendía armas ilegales y a quien lo hacía.
Cuando revisaron el armario donde estaba la maleta del
señor Andrés encontraron unos documentos y una tula con 3 pistolas y una
escopeta.
Entre los
documentos encontraron una identidad falsa y un papel con una dirección de la
ciudad, cuando el detective fue a la dirección lo atendió una señora muy
anciana pero el detective se hizo pasar por Andrés y la señora le preguntó
si las tenía.
Andrés le dijo que si, pero lo que la señora no sabía
era que el llevaba refuerzos, el entra a la casa de la señora y se da cuenta
que es el cuartel de terroristas más buscado, le entrega las armas, él le
pregunta si sabe a quién más debe entregar armas porque nadie más se ha
comunicado con él, la señora le da los números de teléfono de otras tres
personas, entonces cuando el salió de la casa, dio la orden de entrar a la
vivienda y arrestar a todos.
El detective averigua y se da cuenta que don Andrés
también le vendía armas a la Policía, pero que su compañero estaba siendo
infiel a la Policía porque uno de los teléfonos que le dio la señora era de él.
El detective llega a su oficina y se pone muy mal
porque se queda sin su compañero, pues tendrá que ser arrestado para interrogatorio, y le entrega a su jefe
los otros teléfonos que le dio la señora para que hagan otra investigación y arresten
a todos los terroristas incluyendo a su compañero.
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